El día de los muertos es al igual que México en general, un resultado a las creencias de aquellos que pisaron estas tierras, entonces el origen del altar que se brinda el día de los muertos tiene que ver con una representación de creencias antiguas que van desde la época prehispánica, hasta llegar luego a la época colonial donde la iglesia católica tomó partido de esta celebración agregando su parte. Antes se celebraba un mes entero lo que luego del cristianismo se redujo a tener lugar el 31, 1 y 2 de noviembre; siendo que en cada fecha se hace un ritual diferente y dedicado a diferentes personas fallecidas.
Durante la época prehispánica se creía que todas las personas que perdían la vida iban a parar al Mictlán, luego según como habían sido sería su castigo correspondiente o premio. Otra cosa importante es que en esta cultura había varias ánimas y entidades en vez de un Dios omnisciente. Es innegable hablar de que los orígenes de la ofrenda para el día de los muertos comienza aquí porque en cada entierro se brindaba al cuerpo todas las pertenencias de la persona en vida y también los elementos que necesitaría para viajar al inframundo.
Llegando a la época Colonial comenzó el miedo que la iglesia implantó en la cultura debido a sus prácticas que consideraba hereje. Sin embargo, eran muy fuertes las creencias indígenas como para abandonarlas por completo y comenzó una época de fusión, en la cual se juntaron muchas de las creencias que cada época tenía y se creó una nueva forma de pensar. El origen del altar de muertos para el día de los muertos también viene de aquí porque también se incluyen las coronas con arcos de flores, las imágenes de santos, oraciones de todos los familiares, el pan de azúcar y el pan de muerto.