El difuntito.
El día 1 de noviembre se honra a todos aquellos ya fallecidos, entre ellos a los santos, así como también a todos en general, sin embargo la leyenda del difuntito tiene mucha repercusión porque se encontraba en la playa con su familia este pequeño cuando de pronto el agua los habría arrastrado a todos de un modo tan catastrófico que habrían perdido la vida, a él se lo pudo encontrar en la orilla de la playa y es allí donde se alzó su altar, el mismo está cubierto de cosas que las personas le dejan como reconocimiento por todos los milagros que ya realizó, le piden toda clase de cosas y él las cumple según los testimonios de muchos.
El cuerpo del difuntito se encuentra en un lugar donde desde afuera lo está cuidando un ángel todo blanco y tiene flores, juguetes, cabello de personas, velas, ropa y toda clase de cosas que van dejando las personas que están totalmente conmovidas por la pérdida de vida para un joven tan pequeño siendo que falleció junto a toda su familia y es por eso que nadie familiar le iría a llorar a la tumba, es el chico de los milagros y un lugar muy popular en México a quien se le rinde culto durante el día de los muertos.
No se sabe nada del cuerpo de los padres del difuntito, sin embargo esa es la historia que se conoce de la leyenda y la que todos creen, muchos dicen a pesar de todo que él simplemente era un ángel.
El hombre que no puso ofrenda.
En el día de los muertos se hacen toda clase de ofrendas para ellos, se trata de hacer Todos los Santos y las personas ponen lo mejor de sí mismas en modo de ofrendas para tener luego recompensas durante el año y poder sentirse bien también de agasajar a los que ya no están, sin embargo hubo un hombre que no quería hacer nada y se reía de aquellos que se esforzaban por los muertos, entonces un día estando en lo alto de un monte consiguió notar que se le aparecieron muchos muertos, ellos lo espantaron de un modo inimaginable, todos le reprocharon que no puso ofrenda, que otros ponen tamales, comida de todo tipo, toda clase de cosas valiosas y él nada, cada día para entregar ofrendas se reía de los demás diciendo que nada de eso existía.
Cuando llegó a la casa todo convencido de que debía ir con sus amigos a festejar Todos Santos, lo que ocurrió fue que tomó un pollo, sus mejores platillos del refrigerador, pero entonces ahí se dio cuenta de que se estaba muriendo, salió para la fiesta, pero resulta que perdió la vida finalmente en el mismo lugar donde antes lo habían espantado, si el hombre hubiera pedido perdón a los muertos y de inmediato se hubiera arrepentido, entonces hubiera seguido con vida, pero esta lección ayudó al resto a no dejar de creer nunca en sus tradiciones, ya que nadie volvió luego a ignorarlas incluso por miedo a los que ya no están.